La flexibilidad comienza en la mente
“La flexibilidad que ganamos en asana es el símbolo vivo de la flexibilidad que ganamos en relación con los problemas y desafíos de la vida.”
B. K. S. lyengar
Mente y cuerpo flexibles
Una mente flexible es una mente suave, amorosa y relajada, es una mente que se entrega, que ha aprendido a adaptarse a las diferentes circunstancias de la vida. Esta flexibilidad se consigue con paciencia, constancia y determinación, es el resultado que se alcanza con el tiempo.
Contrariamente, una mente rígida es una mente reactiva, impaciente y frustrada, una mente que no es capaz de contemplar otras posibilidades y que no respeta los procesos naturales y evolutivos.
Un cuerpo flexible es una cuerpo ágil y hábil, con menos bloqueos y dolencias, más sano y consciente, mucho más propenso a dejarse fluir por la vida.
Yoga es una forma de vida
El yoga es una filosofía de vida que traspasa los límites de la esterilla, donde comprendemos profundamente que mente, cuerpo y emociones van íntimamente ligados. Cuanto más conscientes nos hacemos de nuestros procesos internos más amables y amorosos nos volvemos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
Vivimos sumergidos en una sociedad sumamente veloz, que lo quiere todo rápido y de forma inmediata, cada vez la desconexión con nosotros mismos y con los demás es mayor, condenándonos a un estilo de vida que no puede llevarnos más que al sufrimiento y a la enfermedad. El estrés, la ansiedad, el déficit de atención, la tristeza o el vacío interior no son más que el resultado de habernos adaptado a una vida antinatural.
Encontrar un momento al día o a la semana, para parar, escucharnos y conectarnos profundamente con nosotros mismos es esencial. La práctica de yoga tiene que ver con el sentir y eso siempre es sanador y liberador, aunque a veces sea un proceso que nos incomode, sólo reconociendo el dolor y atravesándolo seremos capaces de desbloquearlo y sanarlo.
Si cultivamos una mente compasiva y amorosa, que se respeta, se acomoda, que se comprende y se perdona, nuestro cuerpo lo reflejará. Si disciplinamos a nuestro cuerpo, lo fortalecemos y estabilizamos, estas características también reverberarán en la mente.
El camino para la flexibilidad corporal
No necesitas un cuerpo flexible para comenzar a practicar yoga, necesitas una mente que esté dispuesta a ser flexible con el proceso, la flexibilidad corporal es el resultado y llegará con el tiempo.
Debemos comprender que cada cuerpo es un mundo, hay que amarlo tal y como es, sin comparaciones ni expectativas, el gran regalo del yoga no es terminar realizando perfectas posturas acrobáticas, eso es solo una moda que vemos en las redes sociales, el gran regalo del yoga es el proceso de profunda trasformación personal que atravesamos.